jueves, 15 de octubre de 2009


Descubrimientos recientes
En 1949, los científicos demostraron que la aplicación directa sobre la superficie de los dientes de una solución de fluoruro sódico al 2% reduce en un 40% la caries dental. Los experimentos indican que la adición de una parte de fluoruro en un millón de partes de agua potable disminuye hasta un 65% la incidencia de caries. Aunque con una fuerte oposición por parte de varios grupos, se ha demostrado que la fluoración frena de forma eficaz el desarrollo de caries dental en los niños.
Anatomía comparada
Los dientes y las mandíbulas articuladas suelen indicar un grado de desarrollo avanzado en la vida animal y por consiguiente nunca están presentes en animales inferiores como las esponjas o medusas. Las formas más evolucionadas de dientes y maxilares de la vida animal se encuentran en el grupo de los mamíferos. Los dientes de todos los mamíferos, incluido el ser humano, están inmersos en un alvéolo óseo en los maxilares y sujetos por la membrana periodontal. La mayoría de los mamíferos, excepto los roedores, tienen también dos series de dientes: los primarios y los permanentes.
Estructura de los dientes de los animales
Los dientes de los animales están formados por las mismas cuatro sustancias que los dientes humanos: esmalte, dentina, cemento y pulpa, aunque la composición y estructura de cada sustancia puede ser diferente en cada especie. Por ejemplo, en los caballos, el esmalte cubre toda la corona del diente en lugar de encerrar sólo la dentina y la pulpa.
Tipos de diente animal
Los dientes de los animales han evolucionado y se han desarrollado a través de siglos en respuesta al tipo específico de alimentación y necesidad de masticación de cada especie. Algunos dientes han alcanzado un alto grado de desarrollo con propósitos diferentes. Los animales que se alimentan de carne o de pescado, como el tigre o la foca, tienen unos caninos muy desarrollados, es decir, dientes puntiagudos conocidos también como dientes de perro o colmillos para apresar y desgarrar la comida. Los caballos y el ganado vacuno, que son herbívoros, tienen incisivos adecuados para cortar alimentos herbáceos o pulposos, y molares planos y anchos para triturar. Los animales, como los perros y los gatos, que aplastan y desgarran sus alimentos, tienen muchos caninos muy desarrollados y molares afilados y estrechos. Los animales, como los elefantes, que trituran su comida, poseen grandes molares dotados de muchas cúspides planas.
Algunos mamíferos y la mayoría de los peces y reptiles tienen dientes con raíz abierta que crecen de forma continua para reemplazar los dientes desgastados por el uso. Los roedores suelen tener algunos dientes anteriores con raíz abierta, al igual que los animales con colmillos del tipo de los elefantes y las morsas. Los castores utilizan continuamente los incisivos para cortar materiales para la construcción, y su crecimiento puede tener una frecuencia de hasta 1,2 m en un año.
Muchos peces y reptiles tienen formas variadas de dientes, por lo general formas afiladas y cortantes, que utilizan para atrapar a sus presas. Varias clases de peces y reptiles pueden tener dientes que crecen sobre la lengua, el paladar o como un segundo conjunto en la garganta. Los dientes de los cocodrilos y de los caimanes están implantados de forma firme en los maxilares, de forma similar a los seres humanos. Las tortugas carecen de dientes y sólo presentan en ambos maxilares placas óseas duras con bordes afilados. Algunos anfibios sin dientes, como las ranas, pueden desarrollar un diente ovoideo que es utilizado por los animales jóvenes para abrirse paso a través del huevo. Estos dientes se pierden poco después del nacimiento y nunca reaparecen. Los reptiles venenosos, como las serpientes de cascabel, poseen unos incisivos bien desarrollados o colmillos que utilizan para inyectar el veneno en su víctima. De igual manera, los murciélagos vampiro tienen incisivos muy desarrollados.
República de Venezuela
Ministerio de Educación
“ Juan XXIII ”

martes, 6 de octubre de 2009




UN RECORRIDO POR LOS DIENTES




Fíjate en el espejo o en la sonrisa de un amigo y verás seguramente dientes blancos y relucientes por fuera. Pero los dientes tienen muchas cosas también en su interior. La parte de los dientes que puedes ver encima de las encías (las encías con la parte rosada y carnosa que hay debajo de los dientes) se llama corona. La corona de cada diente está recubierta de esmalte, que es muy duro y reluciente. El esmalte es la sustancia más dura de todo tu cuerpo y es como el guardaespaldas personal de los dientes: brinda una barrera protectora a las partes interiores del diente.
Debajo del esmalte de los dientes está la dentina. La dentina es la parte más grande del diente y es similar al hueso. Aunque no es tan resistente como el esmalte, también es muy dura. ¿El motivo? La dentina protege la parte más interna del diente, que se llama pulpa. La pulpa es donde se encuentran las terminaciones nerviosas del diente. Cuando tomas sopa caliente, o una paleta helada muy fría, o te caes y te lastimas los dientes, es la pulpa lo que duele. Las terminaciones nerviosas dentro de la pulpa mandan mensajes al cerebro para informar lo que sucede, como por ejemplo "¡ese helado de piña está tan frío que duele!" La pulpa contiene también los vasos sanguíneos del diente, que alimentan al diente y lo mantienen vivo y sano.
Tanto la dentina como la pulpa llegan hasta la raíz del diente, la zona entera situada debajo de la encía. Más abajo, la dentina está cubierta por cemento, que es como el pegamento especial que tiene el cuerpo. Este cemento une la raíz de cada diente a la mandíbula.


Existen varios tipos de dientes:
Los incisivos son los dientes cuadrados, con borde afilado en la parte delantera y central de la boca. Hay cuatro en la base y cuatro en la parte superior.
A los lados de los incisivos están los caninos afilados y largos; hay dos arriba y dos abajo. Los caninos superiores suelen ser llamados colmillos.
Por detrás de los caninos se encuentran los premolares o bicúspides. Hay dos grupos, o un total de cuatro premolares, en cada maxilar: uno detrás de cada canino en la parte inferior y uno detrás de cada canino en la parte superior.
Los molares, situados por detrás de los premolares, tienen puntas y estrías. Hay 12 molares en la boca de un adulto: dos juegos de cada primer, segundo y tercer molar en los maxilares superior e inferior. A los terceros molares se los llama muelas del juicio. Las muelas del juicio se llaman así porque, como son los últimos dientes en salir, aparecen cuando una persona se está volviendo adulta y, supuestamente, tiene más juicio o sentido común. En la actualidad, las muelas del juicio no cumplen una función importante, pero algunas personas creen que se desarrollaron hace miles de años, cuando la dieta humana consistía, fundamentalmente, de alimentos crudos que requerían más fuerza de masticación. Pero como las muelas del juicio pueden desplazar a los otros dientes, es posible que el dentista deba extraerlas. Esto sucede a menudo durante la adolescencia.
Cada diente está formado por cuatro tipos de tejido: pulpa, dentina, esmalte y cemento. La pulpa es la porción más profunda del diente. A diferencia de las partes externas del diente, la pulpa es blanda. Consiste en tejido conectivo, nervios y vasos sanguíneos, que nutren al diente. La pulpa tiene dos partes: la cámara de la pulpa, en la corona (o parte superior del diente), y el conducto radicular, en la parte inferior del diente debajo de las encías. Los vasos sanguíneos y nervios penetran en la raíz a través de un pequeño orificio justo en la parte inferior del diente y se extienden a través del conducto a la cámara de la pulpa. La dentina rodea la pulpa. La dentina es una sustancia amarilla dura que consiste, fundamentalmente, en sales minerales y agua, y constituye la mayor parte del diente. La dentina le da al diente su coloración ligeramente amarillenta.
Tanto la dentina como la pulpa cubren todo el diente desde la corona a la raíz. Pero la capa más superficial del diente es distinta, dependiendo de si la encía la cubre o no. El esmalte, el tejido más duro del cuerpo, cubre la corona. Por debajo de la línea de las encías, una capa ósea de cemento cubre el exterior de la raíz y sostiene a los dientes en su lugar dentro del hueso de la mandíbula. El cemento es duro como el hueso pero no tan duro como el esmalte, el cual permite que el diente soporte la presión de la masticación y lo protege de las bacterias nocivas y los cambios de temperatura de los alimentos fríos y calientes.

sábado, 3 de octubre de 2009

El cuidado de sus dientes y boca
Sin importar qué edad tiene, usted necesita cuidar sus dientes y su boca. Cuando usted tiene una boca sana, puede consumir los alimentos que necesita para nutrirse bien. Además, se sentirá bien al sonreír, hablar y reír. Se supone que los dientes deben durar toda la vida, así que cuidándolos bien y cuidando sus encías, los puede proteger por muchos años.
La caries dental
Los dientes están cubiertos por una capa dura exterior llamada esmalte. Cada día, una capa delgada de bacterias se forma sobre sus dientes. Con el paso del tiempo, las bacterias pueden crear huecos en el esmalte. Estos huecos se conocen como caries. Cepillarse los dientes y utilizar hilo dental pueden protegerlo contra el caries, pero una vez que se forma la caries, un dentista tiene que reparar el daño.
Usted puede proteger a sus dientes contra la caries utilizando una pasta dentífrica con flúor (conocido también como fluoruro). Si tiene mucha caries en sus dientes, su dentista o higienista dental puede darle un tratamiento con flúor cuando usted acude a la oficina o el dentista puede sugerir que utilice un gel con flúor o un enjuague bucal en casa.
Enfermedad de las encías
La enfermedad de las encías comienza cuando una placa dental se forma a lo largo de y bajo la línea de las encías. Esta placa causa infecciones que afectan a las encías y los huesos que mantienen a los dientes en su lugar. A veces, esta condición hace que sus encías se vuelvan muy sensibles y lleguen a sangrar con más facilidad. Este problema, llamado gingivitis, comúnmente puede ser solucionado cepillándose los dientes y utilizando el hilo dental diariamente.
Otras enfermedades de las encías necesitan ser tratadas por un dentista. Si no son tratadas, estas infecciones pueden arruinar sus huesos, encías y otros tejidos que sostienen sus dientes. Con el paso de tiempo, es posible que le tengan que sacar los dientes.
Para prevenir enfermedades de las encías:
Cepíllese los dientes dos veces al día con una pasta dentífrica con flúor.
Utilice el hilo dental una vez al día.
Visite a su dentista de forma regular para revisión y limpieza.
Consuma una dieta bien balanceada.
Deje de fumar. El fumar incrementa el riesgo de desarrollar una enfermedad de las encías.
Limpieza de sus dientes y encías
Hay una forma correcta de cepillarse los dientes y utilizar el hilo dental. Todos los días:
Suavemente cepíllese todos los lados de sus dientes con un cepillo de cerdas suaves y una pasta dentífrica con flúor.
Utilice movimientos circulares pequeños y movimientos hacia adelante y hacia atrás.
Tómese el tiempo necesario para cepillarse cuidadosa y suavemente a lo largo de la línea de las encías.
Ligeramente cepille su lengua para ayudar a mantener limpia su boca.
Cómo usar el hile dental
Sostenga el hilo dental como se muestra.
Pase el hilo dental entre los dientes.
Pase el hilo dental entre las muelas.

lunes, 31 de agosto de 2009

LOSDIENTES

DIENTES

El diente es un órgano anatomico duro, enclavado en los alvéolos de los huesos maxilares a través de un tipo especial de articulación denominada gonfosisy en la que intervienen diferentes estructuras que lo conforman: cemento dentario y hueso alveolar ambos unidos por el ligamento periodontal. El diente está compuesto por calcio y fósforo, que le otorgan la dureza.
El diente realiza la primera etapa de la digestión y participa también en la comunicación oral.
Básicamente en el diente se pueden reconocer dos partes, la corona, parte visible recubierta por esmalte dental y la raíz no visible en una boca sana.
Los dientes, ordenados desde el centro hacia las mandíbulas son: incisivos que cortan, los caninos que desgarran, los premolares que trituran y los molares que
Diente molar.
TIPOS DE DIENTES DEFINITIVOS

Según la forma de la corona y por lo tanto su función, hay cuatro tipos de dientes:
Incisivos (8 dientes): dientes anteriores con borde afilado. Su función principal es cortar los alimentos. Poseen una corona cónica y una raíz solamente. Los incisivos superiores son más grandes que los inferiores.
Caninos (4 dientes): con forma de cúspide puntiaguda. Son llamados colmillos en los animales. Están situados al lado de los incisivos y su función es desgarrar los alimentos.
Premolares (8 dientes): poseen dos cúspides puntiagudas. Facilitan la trituración de los alimentos.
Molares (12 dientes): cúspides anchas. Tienen la misma función de los premolares. La corona de este tipo de dientes puede tener cuatro o cinco prominencias, al igual que dos, tres o cuatro raíces.Son los mas grandes
FUNCIONES DE LOS DIENTES

Las funciones de los dientes son:
Masticatoria
Fonética
Estética
Expresión facial
La forma dentaria determina la función de cada diente dentro de los movimientos mandibulares. Para una buena función los dientes deberán estar bien posicionados, son tan importantes los contactos entre dientes de diferentes arcadas, superior e inferior, como los contactos entre los dientes adyacentes, estos últimos se llaman contactos interproximales y protegen a la papila dental ya que impiden que al masticar la comida se almacene en está evitando un empaquetamiento, traumatismo gingival por alimentos duros y, por lo tanto, el aumento de la placa bacteriana.
Funciones del punto de contacto interproximal:
Estabiliza al diente en su alvéolo y, por lo tanto, a las arcadas dentarias.
Previene el empaquetamiento de comida y, por lo tanto, protegiendo de posibles gingivitis, periodontitis, caries, etc.
Protege a la papila dental al desviar a los alimetos que en la masticación van hacia la papila dental.
Las malposiciones dentarias presentan unos puntos de contacto alterados que es un factor de riesgo para diversas patologías bucodentales.